Por Emilio Rodolfo Contreras Aldana Como me gusta acostarme limpio, me baño de noche. Mis frazadas y almohada nunca han olido a mí: reúnen el agradable aroma de sándalo y lavanda. Mi jabón y mi colonia. Me rasuro en medio del óvalo transparente del espejo empañado. Ahí me asomo, como si viera un retrato espumoso …
