Por: Angel Rojas*
Me adentro en tu manantial
adornado de deducción
Percibo el aroma del valle
primoroso.
Las ganas se apoderan de mi
mis manos recorren tus orillas
mi boca se sumerge saciando su sed.
Siento tus manos en mi cabeza
liberando las riendas de tu cuerpo
oigo gemidos excitados
y las aguas derramándose sobre mí