Por: Ezequiel Olasagasti*
El aire es plomo.
Y nada mejor que respirar espadas.
¿El piso es muy duro?
Ablandémoslo con whisky,
que se doble.
Se gira la cabeza
y todas las bocas
son hamacas que dibujan
el encuentro de las orejas.
Todo oscuro y, las estrellas,
son ese tintineo de bocas rojas
tosiéndole a la penumbra
un silbido viciado.
Get up my Heart
whit your eyes.
vuela por acá.
Pisa, pisa el suelo al compás.
El piso hecho de mar.
Se viene un Re
disparado fuerte
¿O era un Mi?
No lo sé.
Nace de un saxo de vidrio,
besado, no suave,
besado dulcemente.
Chica que brilla
te amaré esta noche.
O hasta que no toques
o hasta que me duerma.
Hasta que todo alcohol vuele también
o hasta que tu luz deje ver
que era una luz solamente.
Put my heart
Behind your eyes.
Se escucha venir allí.
Danza su mano en el cristal
y toma una gota más del bar.
Te has ido niña del saxofón.
Escucha que los grillos también sueñan por ti.
No escuches los búhos.
Su bullido es como eligieron vivir.
Te anhelo esa noche.
Te anhelo aún.
O hasta que mi cima se olvide de ti.
¿Será cuando pare de escribir?
O será cuando distinga el Re de un Mi.
*Ezequiel Olasagasti nació en 1989 en San Nicolás, Provincia de Buenos Aires. Es escritor y periodista. Tiene dos libros de cuentos: “El hueco del relámpago” (Editorial Expreso Nova, 2015) y “Espejo convexo” (Editorial Imaginante, 2017). Sacó también un libro digital de relatos y poemas de forma autogestiva llamado “Consideraciones sobre los goyetes” (2020). Colaboró con cuentos para revistas literarias de Argentina, México y España y colabora con el medio deportivo Globalonet haciendo columnas y cuentos deportivos.