Por: José M. Delgadillo*
Espasmos verdes se asoman por debajo de la tierra
No existen límites terrenales
Somos solo tú y yo
No necesitamos más
Hace días que no hay caminos
Porque no es necesario llegar a ninguna parte
El frio agrieta la piel
No hay necesidad de fingir
Háblame porque yo no tengo nada que decir
Háblame para sentir que estamos vivos
Que aún corren litros de sangre dentro de mí
Háblame
El sonido que retumba en el desierto
Que me hace olvidar el dolor
Con el que se mueve el tiempo.
*El autor es artista audiovisual, estudió la licenciatura en Historia en la UASLP y la Maestría en Estudios de Arte y Literatura en la Facultad de Arte de la UAEM. Es creador de piezas de video y cine experimental en las cuales utiliza la dialéctica de la fragmentación del tiempo que transcurre entre el pasado y el presente, tratando de poner de manifiesto el poder de las imágenes que evocan el onírico placer de escuchar y observar la naturaleza, sus paisajes, y al mismo tiempo mostrar la descomposición de las vivencias personales y su recomposición desestructurada como instantes de un pasado vago, gracias a la memoria, los recuerdos y a la lente de una cámara.
