Por Carolina Salas Ávila
Se me ha ido la tarde
en cantar una bella canción,
del escritor para nuestro amor
del artista para los ilusionistas.
Se me ha ido la noche
en mirar las estrellas
en charlar con la luna
me miran, ríen y lloran
me escuchan y callan.
Se me va la aurora
en deshojar flores
pensando sin pensar
hablando sin que escuchen
y en morir con una flor.
Se me irá la mañana
en perseguir las nubes
desplazarse por el cielo
y yo tirada en el suelo.
Se me irán los días
sin sentir el rumor de la brisa
el humor de las flores
sin danzar como las chiribitas.
