Por: Andrea Corona*
Los discursos aquí son silenciosos
nadie ni gritando logra escuchar
lo que sucede en los subterráneos.
La oscuridad siempre suele ser
el cómplice perfecto para al fin ver
lo que las calles hablan, delirios.
Toco a tu puerta, temo que no estés
pero temo más encontrarte.
Y sé que solo he de hallarte
en el subterráneo
aquí grita el silencio.
Al fin logro escucharte,
y logro entenderte.
Te llamo al otro lado del silencio
ahí donde nunca estás.
*La autora es egresada de la Licenciatura en Derecho por la Universidad del Valle de Puebla. Es miembro activo de Óclesis, víctimas del artificio. Actualmente es abogada postulante, con especialidad en Derechos humanos.