Por Jorge Millán
México
Apareces cuando menos lo espero
llena de cielo, de estrellas y silencios.
Apareces femeninamente poderosa;
al ver tus ojos de Venus,
puedo sentir que vuelo.
Mágicamente, apareces en mis sueños;
te conviertes en energía onírica
y mi mente permanece suspendida,
astral, mística. Al sentirte cerca,
me conecto con todo de nuevo.
También te invoco despierto,
evoco tu sonrisa cada que puedo.
Lo hago visualizando cada detalle:
desde las comisuras de tus labios
hasta tu arco de cupido,
saboreando el aroma bermellón con un suspiro.
Así apareces, me tomas sorpresa,
como llegan las mejores cosas,
como la caída de una cascada
o el aroma primaveral de una rosa
que crece radiante entre la maleza.
Aunque no te esperaba realmente,
llegas para conectarme con el universo
y para que recuerde una verdad que olvidaba:
la vida no es vida
si no se lucha por lo que uno ama.
