Por Damarys González Sandoval
Se posa la luz en el cristal
de los anteojos y revela
los dos centímetros de finísima trama
que unen el ojo al reflejo
El párpado caído es un ala
que se ha acostumbrado al reposo
Es tan pulcro el reflejo
Figura traslúcida
hermosa
Poema que aflora en la herida
y guarda la distancia necesaria
para observar su cuerpo
a salvo del dolor
impermeable a sí mismo
