Lo último que se pierde es…

Por Ringo Cruz Gamba

Un trueno rajará mi costado,

el arca emergerá por encima de las montañas. 

Las ciudades caerán sumergidas 

por el óxido de las pestes del pasado.

Tus palabras parecían estar llenas de fe.

Un olor nauseabundo se levanta después del verano.

Millares de cuervos ensombrecen los días.

Las mujeres con pañuelos sobre la nariz 

llevan a sus hijos bajo las enaguas.

El hijo de Noé

te promete la nueva tierra.

En tu casa te cambian

Por dos burros.

Te preparan para partir.

¿Sabes algo que yo no sé?

En la posada dicen que tu suegro

vio a un Dios que nos es ajeno.

Llegó el tiempo donde todo desaparecerá.

Frambuesas bajo tus senos,

mi amor no quiere someterte,

nuestros hijos monigotes de nuestros vellos púbicos,

llevan el nombre de mis padres, mientras eres mía.

Vientre seco.

¿El nuevo orden del único Dios te hará fértil?

Llueve.

Se rompe el orbe del cielo,

se rajan los mares.

Dices adiós encima del arca, veo tu vientre abultado 

y tu nuevo esposo subiendo la escalera;

los cuerpos flotan encima de los árboles,

arriba de una tabla, grito tu nombre.

El arca se pierde en el oleaje.

Los pájaros se comen los piojos de mi cabeza

comen lo que algún día fui.

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